Esta boca sigue siendo mía,
a pesar de tus intentos
sigue siendo mía.
A pesar de las caricias de tus labios
y el roce de tu lengua,
sigue siendo mía.
A pesar de los deseos estrellados,
sigue siendo mía.
Con todo y la carga de tu cuerpo,
sigue siendo mía.
No bastó la malicia de tu presencia virtual,
sigue siendo mía.
Con esa mirada agitadora
y tus ademanes coquetos,
sigue siendo mía.
Con tu cuerpo al aire
y las ganas paseando por tu mente,
sigue siendo mía.
No importa qué maldita palabra digas
ni qué bendito paso des,
sigue siendo mía.
Guillermo Aárra
31-08-2009